¿Amar o depender de la pareja?
¿Amar o depender de la pareja?
- Pedro es incapaz de elegir la ropa que va a comprar, porque necesita de la asesoría de su pareja. Y, si elige algo que a él le gusta, termina criticado por su esposa Julieta.
- Christian, tiene problemas con la bebida, y muchas veces ha pedido a su novia Esperanza, que lo reporte enfermo al trabajo, porque tiene una fuerte jaqueca. Ello ha impedido que lo despidan del trabajo, por su adicción al alcohol y a otras sustancias.
- Vicky, es la más pequeña de todas las hijas en su casa. Se casó con Alfredo, un hombre muy bondadoso. Sin embargo, Vicky espera que su esposo se haga cargo de todas sus necesidades. Y, ambos se sienten frustrados, porque son incapaces de vivir una vida plena. Alfredo ve a su esposa como a una hija, y Vicky siente que él debe cumplir con todas las obligaciones de todo esposo: ser proveedor, protector, productivo y potente.
¿Qué tienen en común todas estas personas? Viven relaciones de pareja en donde uno de los miembros tiene que hacerse cargo del otro y es casi imposible que puedan dejarse, porque se sienten responsables de la pareja, viven relaciones de codependencia y no lo saben.
En síntesis…
- Los primeros estudios que se hicieron sobre el tema de la codependencia, se relacionaron con las adicciones
- El concepto de codependencia, tiene un amplio espectro y es de etiología múltiple, es por ello que las propuestas de análisis son amplias y diversas
- Para analizar las relaciones de codependencia, se propone tomarla como una unidualidad compuesta por los conceptos: interdependencia-dependencia
- En la paradoja, el amor nos puede llevar a depender de alguien y depender de alguien nos puede hacer creer que amamos a una persona, pero en realidad dependemos de ella
- La codependencia no es exclusiva de las relaciones de pareja, se puede presentar también en relaciones no eróticas
- Las relaciones de codependencia en la etiología, son más probables en culturas colectivistas, en donde la satisfacción de los individuos del grupo, dependen más del grupo, qué de una actitud de independencia personal, pero no es una regla
- En su estructura, la relación de codependencia, está formada por dos elementos: un benefactor o altruista egoísta y un beneficiario o receptor, el cual recibe los recursos del benefactor
- En su función, la relación de codependencia, el benefactor compromete casi todos sus recursos para satisfacer las necesidades diversas del beneficiario
- El perfil del receptor no es único y está formado en su comorbilidad por el trastorno de personalidad de dependencia, y otros más
- Tanto el benefactor y el receptor en una relación de codependencia comparten la frustración y el enojo, entre otras emociones porque ambos tratan de llenar un vacío existencial con sus acciones
- Los tratamientos iniciales, se relacionaban con la estrategia de 12 pasos de alcohólicos anónimos. Sin embargo, la terapia cognitivo conductual, puede ser también efectiva
Paradojas de la vida
El mundo está lleno de paradojas y si aprendemos a vivir con ellas curiosamente sería un espacio más predecible y entendible. El universo de las paradojas es retomado por Michael Gelb (1999), en su libro Inteligencia genial, en él, plantea 7 principios de lo que en su intelecto resume la forma de pensar de Leonardo da Vinci. El principio de la paradoja o sfumato, es una estrategia de pensamiento para “soportar la tensión de los opuestos, para aceptar la incertidumbre, la ambigüedad y la paradoja”. (Gelb, 1999). Sfumato, significa volverse humo. Y, es la disposición para aceptar la unidualidad, la ambigüedad, la paradoja y la incertidumbre.
La unidualidad compleja, interdependencia-dependencia, tiene muchos ángulos complejos, ambos elementos son productos y productores, son un todo sin totalizar, hay una lógica interna y otra externa que los transforma constantemente, tienen limites borrosos entre lo sano y lo enfermo, son conceptos dicotómicos, opuestos, ambiguos y paradójicos.
Y, no se puede entender la unidualidad compleja, interdependencia-dependencia, de un concepto, sin la presencia del otro:
- En la interacción social es inter depender-depender,
- En la emoción, es alegría y tristeza, entre otras emociones más,
- En las relaciones de apego son: intimidad e independencia, ser independiente y dependiente,
- En la axiología, son: el bien y el mal, llevados a los límites,
- En lo ético son: leal y desleal,
- En el autoconcepto es ser: fuerte y débil, amable y grosero, pesimista y optimista, amoroso y odioso, rencoroso y noble, mentiroso y sincero, pasivo y activo, por citar solo unos cuantos pares de conceptos sociales.
La complejidad del concepto es muy amplia y todo el tiempo se está construyendo y deconstruyendo.
Amar y ser amados
Como seres humanos, tenemos la necesidad de amar y ser amados. En general amamos como nos gustaría que nos amen y mucho de ello lo aprendimos desde las primeras experiencias de amor que vivimos en casa.
Aparecen en escena dos protagonistas: la compulsión a la repetición y la impronta familiar. En palabras sencillas, la compulsión a la repetición son los aprendizajes inconscientes que traemos de generaciones anteriores, si mis abuelos fueron celosos, es muy probable que mis padres lo sean o lo hayan sido y yo termino repitiendo esto. Lo mismo puede operar para conductas de violencia, altruismo, abuso, amor incondicional o incluso de codependencia. No estamos destinados a repetir todo aquello que hicieron quienes nos antecedieron, si lo detecto y me doy cuenta que no es lo que quiero vivir en mi vida actual, puedo cambiarlo.
En el caso de la impronta familiar, es el sello sensorial que se aprende en la familia en relación a muchas de las conductas que podríamos estar replicando el día de hoy. Se nos hace natural cuidar a los familiares, si mis padres lo hicieron. Atender a personas enfermas o con adicciones, si nuestros padres o cuidadores lo hicieron. Si hay historias de éxito que vienen de nuestros padres, también se nos hace natural repetirlas. Sin embargo, funciona también para conductas no tan deseables como ayudar a las personas desprotegidas comprometiendo nuestros propios recursos.
Existen tantas formas de amar, como personas y combinaciones de personas existen en este planeta. Algunas estarán orientadas a crecer como personas y como parejas y otras no.
Y, ese el punto de partida para entender las relaciones de codependencia.
Etiología de la codependencia
El término popular “codependencia ” surgió en la década de 1940 y fue adoptado por los profesionales en el campo de la dependencia química como una valiosa heurística para etiquetar el dolor de una relación disfuncional con un alcohólico /adicto y una razón fácilmente comprensible para participar en programas de apoyo mutuo de 12 pasos. (Cermak, 2022).
El concepto de codependencia se utilizó en primera instancia para hablar de las relaciones con una pareja con adicciones, pero es más amplio y se sigue ampliando para su estudio y comprensión, afortunadamente.
El término se creó para explicar la dinámica entre un alcohólico y su pareja, que pasaba mucho tiempo tratando de hacer que las cosas funcionaran y «permitiéndole» que actuara, mientras creía que estaba haciendo lo correcto al mantener en secreto el impacto de la conducta del alcohólico. Por ejemplo, mentían sobre el verdadero motivo por el que su pareja llegaba tarde al trabajo o no podía asistir a una fiesta. (Rutherford, 2022).
Si bien las familias que pertenecen a culturas individualistas motivan a los hijos a la independencia, las familias de culturas colectivistas reciben sus satisfactores de la colectividad de la familia. Esto significa que fundamentalmente la familia es la fuente de satisfacción y quien cubre las demandas que requieren sus miembros al vivir dentro de la comunidad. Sin embargo, no significa automáticamente que por venir de una familia de cultura colectivista se es codependiente.
Sin embargo, vale la pena tener en cuenta estos antecedentes a saber:
Diferencias entre culturas colectivistas e individualistas
- En las culturas colectivistas: La identidad personal se basa en el sistema social dado el grupo de uno. Las personas son socializadas para ser dependientes en lo emocional de organizaciones e instituciones como la familia. Las metas del grupo tienen prioridad sobre las metas individuales. El comportamiento social está fuertemente influenciado por las normas y papeles sociales que por actitudes personales. Se deposita la confianza en las decisiones del grupo.
El colectivismo es una filosofía de vida que enfatiza la prioridad de las necesidades del grupo sobre las necesidades individuales. Los individuos pueden esperar que sus parientes u otros miembros de su grupo social cuiden de ellos a cambio de una lealtad incuestionable. (Franzoi, 2007, pp.16-17). Muchas culturas colectivas, no se consideran codependientes, sino simplemente colectivas. Luego entonces, provenir de una familia cohesionada o muégano, como se dice en México, no sería sinónimo de codependencia, pero si podría sentar las bases para dejar en manos de otros, las propias necesidades o satisfactores.
- En las culturas individualistas: La identidad se basa en lo individual y se logra por el esfuerzo propio de uno. Las personas son socializadas para ser independientes en lo emocional de las organizaciones e instituciones como la familia. Las metas personales tienen prioridad sobre las del grupo. El comportamiento social está fuertemente influenciado por las actitudes personales, más que por las normas y papeles sociales. Se deposita la confianza en las decisiones personales.
El individualismo es una filosofía de la vida que enfatiza la prioridad de las necesidades individuales sobre las necesidades del grupo. Supone que los individuos sólo se cuidan a sí mismos y a sus familias inmediatas. Este sistema de creencias afirma que la sociedad es un conjunto de individuos que buscan sus propias metas e intereses y luchan por estar relativamente libres de la influencia de otros. (Franzoi, 2007, pp. 15-16).
La codependencia se asoció en un primer momento a las familias, dónde alguien de sus miembros padecía alguna enfermedad y requería atención: pacientes con enfermedades crónico degenerativas, drogodependencias, fumadores, abusadores, con enfermedades mentales, con traumas infantiles y personas que ejercían actos de violencia hacia sus miembros.
Como puede observarse de forma natural, debido a los vínculos sociales en las culturas colectivistas, donde se espera que la colectividad o el grupo cuide a una persona, tiene una tendencia con mayores probabilidades de generar la codependencia. Estas serían más proclives a que la satisfacción de las necesidades de uno de sus miembros, sean satisfechas por el grupo, sobre todo si la persona ha caído en una enfermedad, en algún tipo de desgracia o en algún tipo de dependencia.
Aunque las relaciones de convivencia sanas, pueden resultar de crecimiento muto y equilibradas. Digamos que, en las culturas individualistas, se podría impulsar el crecimiento individual y familiar y ahí radicaría alcanzar las metas, con un esfuerzo propio.
Mientras tanto, en las culturas colectivistas, las relaciones de codependencia, estarían más naturalizadas, el benefactor, el que da, el altruista egoísta dará aun comprometiendo sus recursos por la idea del bien colectivo y el receptor o beneficiario a cambio de que sean satisfechas sus necesidades, entregará su lealtad hacia esa persona. Sin embargo, estos serían solo los factores sociales que explicarían las relaciones de codependencia.
En el sociómetro del grupo, el que da, el benefactor, a pesar de que comprometa sus recursos, será evaluado como socialmente deseable. Será el mesiánico, él bondadoso, solidario, confiable, protector, agradable, amable, educado, altamente funcional, servicial, cortés y todos los calificativos que le significan ser aceptado dentro del grupo. En la paradoja social, sería una persona con baja autoestima, que necesita ser avalado o certificado como buena gente por la persona que recibe y otras personas de la comunidad.
El altruismo egoísta, puede transformarse en simplemente altruismo, por el reconocimiento que recibe de la comunidad. Y, la persona dependiente a pesar de no desarrollar sus capacidades de ser independiente, puede ser vista, como la víctima de las circunstancias. Sin embargo, será percibida como la persona afortunada de tener una pareja bondadosa y ante algunos miembros de la comunidad, será vista como una víctima, que necesita un apoyo social.
Definición de codependencia
Dentro de la literatura más o menos especializada, existen muchas definiciones sobre el concepto de codependencia, a saber:
Codependencia: Condición de ser mutuamente dependientes, por ejemplo, una relación entre dos individuos que dependen emocionalmente uno de otro. Patrón de relación disfuncional en que un individuo depende (o es controlado) psicológicamente por una persona con una adicción patológica (p.ej., alcohol o los juegos de azar). (APA, 2010, p. 83)
Una persona codependiente es aquella que ha permitido que la conducta de otra persona le afecte, y que está obsesionada con controlar la conducta de esa persona. La otra persona puede ser un niño o un adulto o un amante o un cónyuge, un hermano o una hermana, un abuelo o una abuela, un cliente o un amigo íntimo. (Beattie, 2004, p.56).
La codependencia es un problema emocional caracterizado por una dependencia afectiva obsesiva hacia otra persona y su relación con esta. Este tipo de relaciones disfuncionales-codependientes son frecuentes en familiares que cuidan de enfermos crónicos, discapacitados, alcohólicos o drogodependientes. (UNIR, 2020).
Se habla de codependencia para aludir al trastorno psicológico caracterizado por una preocupación desmedida e inadecuada por la situación de otros individuos. La persona, de este modo, deja de lado sus inconvenientes y sus problemas para enfocarse en la resolución de los conflictos de alguien más. La codependencia puede forjarse con una pareja, un amigo o cualquier miembro de la familia. Incluso esta condición puede desarrollarse respecto a una causa que atrae todo el interés y la inquietud. (Definición.de, 2024).
La codependencia es una dinámica de relación disfuncional en la que una persona asume el papel de “dador”, sacrificando sus propias necesidades y bienestar en beneficio del otro, “el que recibe”. El vínculo en cuestión no tiene por qué ser romántico; puede darse con la misma facilidad entre padre e hijo, amigos y familiares. (Psychology Today, 2024).
La codependencia es una actitud centrada en los problemas, sentimientos, necesidades y deseos de los demás, mientras se minimizan o ignoran los propios. (Martin, 2020).
Como puede observarse en una conducta que tiene múltiples aristas, pero que conserva elementos eje o guías para poder abordarla: es una relación de dependencia mutua de poder, de control, emocional y patológica.
Formada por una diada: el benefactor, el dador, la persona altruista egoísta, el satisfactor de las demandas o necesidades del otro, no importando si compromete sus recursos, pues considera que las necesidades de la otra persona son las propias, estableciendo una relación simbiótica del yo. Es una autoexpansión insana e invertida, donde se pierde la propia identidad y se toma la del otro, en función de la satisfacción de las necesidades de la otra persona, conducta que se convierte patológicamente en una prioridad, dejando de lado las necesidades propias.
Para completar la diada, se encuentra: el beneficiario, el receptor de la ayuda, la persona que deposita sus necesidades en el otro y espera las satisfaga como un estilo de vida. Curiosamente para establecer una simbiosis insana, propicia su autoexpansión cedida, dejándola en manos del benefactor.
Lo que ambos experimentan es un deseo incontrolado en la satisfacción de las necesidades de la otra persona del lado del benefactor. Y, un deseo también incontrolado del beneficiario en que le satisfagan sus necesidades, creando así un deseo obsesivo, de dependencia mutua, vale decir, “una adicción por la otra persona”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la adicción como «un trastorno de salud mental y un trastorno del comportamiento caracterizado por la necesidad compulsiva de consumir una sustancia (p. ej., alcohol, drogas, tabaco) o de realizar una actividad (p. ej., juego, sexo, trabajo) a pesar de los problemas negativos asociados con dicho consumo o actividad». (Hidalgo, 2023).
Las adicciones contemplan el consumo de sustancias, y adicción a comportamientos. Y, tienen un impacto muy importante y grave en la salud, física y mental de las personas que la padecen y de quienes les rodean, incapacitando a algunas personas a realizar sus actividades cotidianas más simples. Esto es así, porque la familia funciona como un sistema y si algún miembro del sistema se enferma, puede enfermar a los demás.
Las relaciones de codependencia, no incluyen exclusivamente a la pareja, ya que esta se puede establecer también con: los hijos, familiares, amigos o con cualquier otra persona.
¿Qué características tienen las personas codependientes?
Es una adicción u obsesión por una persona quien se convierte en su droga. Tienen la necesidad de: contacto, pertenencia, comunicación, afecto, intimidad, de ser hiper responsables, se sienten obligados a sacrificarse por la otra persona, aunque el sacrificio no sea reconocido, tienen baja autoestima, experimentan altos niveles de culpa, pueden mostrar altos niveles de estrés, agotamiento crónico, ansiedad y depresión.
Cuando dejan de verse por cortos periodos sufren lo que los adictos experimentan como síndrome de abstinencia. Esto es, se presenta una crisis de apego y ansiedad, acompañada de un deseo irrefrenable por tener contacto con la persona de la que se depende. Es por ello que ambos involucrados pueden buscar cualquier pretexto por buscar a la otra persona, y ser capaces de desplazarse grandes distancias, mandar muchos mensajes en las redes o realizar muchas llamadas al celular para tener contacto con la otra persona.
Perfil de la persona Altruista egoísta o benefactor codependiente
Se conoce con el nombre de persona altruista egoísta, a quien constantemente proporciona algún tipo de bienestar a otra, casi siempre cercana o vinculada a través de afectos, apegos, emociones, cariño, necesidades o “el amor fusión disfuncional” que experimenta por alguien. Brinda ese bienestar, esperando alguna gratificación de regreso.
En este caso, el nivel de gratificación consiste, en la apropiación de las necesidades del otro en el propio yo, se fusionan a tal grado que, en la autoexpansión del benefactor, las necesidades del beneficiario, se vuelven casi las mismas, a tal grado de casi fusionarse ambas.
En el benefactor se adoptan las necesidades de la otra persona: es como una autoexpansión invertida. “Me siento en la obligación de satisfacer las necesidades de la otra persona”.
- Autoexpansión: es la forma en cómo vamos incorporando en el otro (pareja) nuestro yo, y como la pareja va incorporando su forma de ser en nosotros sin quedar fusionados, haciendo un yo colectivo.
El codependiente benefactor, “sufre una pulsión al cubrir todas las necesidades de la persona a su cuidado, asumiendo los problemas de esta como propios. Los fracasos del otro son también sus fracasos. Y como consecuencia inevitable, el codependiente deja relegadas en un segundo plano sus necesidades y deseos. Por así decirlo, se pierde a sí mismo”. (UNIR, 2020).
Perfil del beneficiario codependiente
Dice un dicho popular en México: “Nunca falta un roto para un descosido”. De manera complementaria. El perfil de la persona codependiente beneficiada se caracteriza por ser demandante con su complemento: la persona altruista egoísta o benefactor codependiente.
Las personas con trastornos de personalidad en general, suelen ser personas infelices y desadaptadas. Y, presentan comorbilidad con otros trastornos más. Particularmente quienes tienen trastorno de personalidad por dependencia, se ven atraídos por personas que presentan mayor autonomía en sus actos.
Necesitan que les orienten sobre la ropa que pueden elegir, el trabajo que pueden tomar y como deberían de planear su vida en el caso de tener una pareja. Sienten un miedo terrible al abandono, no pueden iniciar o llevar a cabo actividades por su cuenta, pues siempre estará el fantasma de que cometerán errores. No contradicen a los demás para no generar problemas, si reciben una crítica se la pasan cavilando todo el día, sobre lo cierto que puede ser el comentario.
Si por alguna razón terminan una relación amorosa buscarán urgentemente a otra persona con la finalidad de evitar sentirse solas.
Criterios diagnósticos del Trastorno de Dependencia
Si presentas cinco o más de los siguientes síntomas, lo más probable es que tengas esta condición.
- “Dificultades para tomar decisiones cotidianas sin consejo o la reafirmación de otros.
- Necesidad de que otros asuman su responsabilidad en las principales áreas de su vida.
- Dificultades para expresar el descuerdo con los demás, debido al temor de perder el apoyo o la aprobación.
- Dificultades para iniciar proyectos o tareas, debido a la falta de confianza en su propio juicio o en sus capacidades.
- Tendencia a ir demasiado lejos para obtener protección y apoyo, hasta el punto de prestarse voluntariamente para realizar tareas desagradables.
- Sentimientos de incomodidad o desamparo cuando está solo, debido al temor exagerado de ser incapaz de cuidar de sí mismo.
- En la comorbilidad el beneficiario, puede traer otros problemas adicionales: adición (a las sustancias, a las compras, u otro tipo de adicción), alguna otra enfermedad mental (ansiedad, depresión, etc.), ser inmadura (no se hace responsable de sus propios cuidados, no puede o no sabe tomar decisiones y no se hace responsable de sus propios gastos), además de ser manipuladora y chantajista emocional.
- Búsqueda de una nueva relación que le proporcione cuidado y apoyo, inmediatamente después de terminar una relación íntima.
- Preocupación por el miedo a ser abandonado y tener que cuidar de si mismo”. (Halguin & Krauss, 2004, p. 414).
- El deseo de ser rescatado, para una pareja o una comunidad.
Síntomas de dependencia
Codependiente Benefactor altruista egoísta
- Tanto la persona que da (benefactor) como la que recibe (beneficiario), experimentan un estado constante de: insatisfacción, sufrimiento personal y sensación de vació existencial, porque lo que se da y lo que se recibe, nunca es suficiente y los límites ante ambas conductas se vuelven borrosos.
- La persona que da satisfactores: afectos, dinero, regalos, atenciones, viajes, etc.; vive un estado casi permanente de insatisfacción de sus necesidades propias.
- La persona que da satisfactores, vive materialmente para satisfacer las necesidades de su pareja.
- Da muy fácil, consejos no solicitados. Y, siente muchas veces la obligación de tener que dar explicaciones, de sus conductas, sobre todo si estuvo ausente con pareja.
- Presenta un rol mesiánico, en donde pretende salvar o ayudar a personas cercanas o conocidas, pero también a personas o causas, haciendo propias sus desgracias o infortunios. El complejo de mesías, es un trastorno psicológico que no aparece en los manuales especializados de la clasificación de las enfermedades mentales como el DSM-5 de la APA o el CIE-10 de la OMS. Sin embargo, se caracteriza por: sentirse salvador, mesías o héroe de los demás, con la obligación de hacerlo y de ayudar a: los hijos, la pareja, los vecinos, los amigos, conocidos, etc.
- Su baja autoestima, le hace sentir que no ha sido suficientemente bueno con la pareja y ello le hace experimentar culpa.
- Se siente responsable por todo lo que pasa con su pareja, y su contexto.
- Se sacrificas sin poner límites, pero le es difícil pedir ayuda, si la necesitas.
- Pierde su sentido de identidad, por hacerse responsable de su pareja y sus necesidades.
- Observa al beneficiario como más importante en relación a su persona, por lo que se le facilita ofrecer sus recursos, más que recibirlos.
- Siente un miedo terrible y culpa, si tuviera que dejar a la persona con la que se es codependiente.
- Puede convertirte en alguien muy controlador y autocrítico extremo.
Ambos miembros el benefactor y el beneficiario, se enferman de amor y cuidados superlativos. Los vínculos sociales se vuelven patológicos al perder cada uno su identidad y sus formas de interacción sanas en la interdependencia.
Si bien el aislamiento en una comunidad, resulta en alteraciones psicosociales, el contacto extremo, altera también los lazos de conexión y contacto con la pareja, volviéndolos patológicos.
Nuevamente en la paradoja ambos miembros de la relación codependiente, pueden llegar a sentirse enojados y frustrados, uno por no dar lo suficiente o dar todo aquello que la persona receptora le demanda. Y, del otro lado, la persona receptora le puede llevar también a sentir que no recibe toda la ayuda que necesita, pues ambos aun dando todo o recibiendo todo, será insuficiente para llenar su propio vacío existencial. Lo cual, llevará a sentirse frustrados e insatisfechos, aumentando los conflictos en la relación, en un ciclo aparentemente sin fin.
No es necesario sentir o tener todos los síntomas de la codependencia, en todo caso lo importante es reconocer la incomodidad de una relación para generar un cambio. Decía Jung: “Lo que no se hace consciente, se convierte en destino”. Los síntomas, son una gama muy amplia de conductas.
Soluciones a la dependencia emocional
- Es importante conocer el tema, porque cualquiera de nosotros puede caer en conductas poco saludables como la codependencia.
- Para el benefactor o quien proporciona la ayuda, es importante poner sus propios límites para no caer en una conducta mesiánica, que nos haría sentirnos como indispensable o insustituibles en la pareja o dentro de una comunidad. Es más importante para ello, ser asertivo y enseñar a pescar, más que dar el pescado.
- Mejorar del codependiente benefactor: su autoestima, liberarlo de la culpa, recuperar sus necesidades y su identidad perdida.
- Para ambos, apoyarlos a liberarse del miedo a la separación de la persona que depende emocionalmente.
- Ayudarles a recuperar su autonomía: en la toma de decisiones, el cuidado de su propia salud y de su economía personal.
- En hecho de que no esté clasificada la codependencia en un trastorno mental, por los libros de literatura especializada (DSM5 y CIE10), no quiere decir que no exista.
- Es importante ayudar con límites, y hacernos cargo de nuestras propias necesidades.
- Practicar la autocompasión es otra forma de valorarnos y cuidarnos a nosotros mismos y se ha demostrado que aumenta la resiliencia y la motivación y reduce el estrés. (Martin, 2020).
- Si tuvimos una infancia disfuncional o eventos de vida desafortunados, es comprensible sentirse mal, pero ello no fue una sentencia de por vida.
- Realizar pequeños cambios, te lleva a grandes metas, no esperes que la sanación ocurra de la noche a la mañana.
- En la unidualidad interdependencia-dependencia, se necesita analizar ambas caras de la moneda para implementar soluciones. Y, moviendo pequeños cambios en una afectará a la otra.
- En las opciones terapéuticas, algunos profesionales de la salud, siguen utilizando la estrategia de 12 pasos de alcohólicos anónimos. También ha resultado efectiva la terapia cognitivo conductual, la cual ayuda “a tomar conciencia de pensamientos imprecisos o negativos para que puedas visualizar situaciones exigentes con mayor claridad y responder a ellas de forma más eficaz”. (Mayo Clinic, 2024).
- Si necesitas ayuda, acude a tu terapeuta de confianza.