Cómo manejar la soledad después de un divorcio: 11 sugerencias
Cómo adaptarse a los cambios y reconstruir una vida plena después del divorcio.
Aprender a manejar la soledad después de un divorcio puede ser esencial, ya que, luego de mucho tiempo viviendo en pareja, cuando sobreviene el divorcio, es natural el sentimiento de tristeza.
Además de la tristeza, con el divorcio también se rompen algunos vínculos en las redes de amigos, cambian los gustos, las aficiones, entre otras modificaciones que pueden generar malestar al principio.
Igualmente, la persona debe volver a hacer su vida, pues, se pierden muchos hábitos que se tenían en conjunto, por lo que puede ser un proceso difícil de sobrellevar y es útil aprender a manejar la soledad después de un divorcio, a fin de reponerse mucho más pronto.
El matrimonio y el divorcio
De acuerdo con la concepción occidental que se tiene del matrimonio, este lleva implícito la idea de que aporta beneficios relacionados con el bienestar, la estabilidad emocional, el cuidado mutuo, el apoyo emocional y económico y la reciprocidad. Esto hace que el matrimonio sea considerado como una de las relaciones de pareja más significativas que puedan existir entre dos personas.
No obstante, cuando se presentan los conflictos de manera frecuente, muchas veces el divorcio es una de las soluciones que se contemplan. Aunque el conflicto pueda ser necesario y, en algunas situaciones, actúe a modo de factor de crecimiento, cuya resolución implica un trabajo que lleva a la pareja a un equilibrio más estable, esto no siempre ocurre.
El proceso de divorcio pone en marcha, por lo general, muchos eventos que los involucrados perciben como estresantes, son factores que aumentan el riesgo de experimentar malestar emocional, tanto en adultos como en niños.
Podría afirmarse que el divorcio surge en la medida de que las expectativas sobre el matrimonio no se logran concretar en la práctica, por lo que los beneficios de permanecer unidos son menores ante la ganancia de permanecer soltero o contraer matrimonio con otra persona.
Por ello, es posible que la pérdida de la pareja se perciba como un acontecimiento traumático, con efectos adversos en el bienestar físico y psicológico de quienes lo viven. Ante este escenario conviene aprender a manejar la soledad después de un divorcio.
Cómo manejar la soledad después de un divorcio
Algunas de las sugerencias para manejar la soledad después de un divorcio son las siguientes:
- Llamar a los amigos con quienes hace tiempo no se hablaba: pocas personas suelen negar su ayuda en estos momentos. En la vida es importante contar con una red firme de apoyo, aunque sea un par de personas a quienes se les pueda contar lo que ocurre; se trata de buscar compañía en los primeros momentos.
- Reconocer que está bien experimentar algunos sentimientos diferentes: bien sea frustración, tristeza, enojo, agotamiento, frustración o confusión. Estos pueden ser intensos, pero se debe aceptar que con el tiempo irá disminuyendo la intensidad.
- Tomar un respiro: darse permiso para sentir y funcionar al ritmo en el que se va, puede ser que al principio no se tenga mucha productividad en el trabajo como antes, o no se cuide a los demás del mismo modo, pero nadie tiene poderes especiales. Lo mejor es tomar un tiempo para sanar y recobrar ánimos.
- Dedicarse al momento presente: pues, muchas veces se padece de ansiedad anticipatoria y la persona comienza a creer que siempre estará sola. “Siempre” y “nunca” se convierten en palabras muy usadas en esos momentos. Pero, es mejor concentrarse en el presente, en esas pequeñas tareas que se hacen a diario.
- Crear una nueva rutina: especialmente en las noches, que es el momento cuando más suceden las recaídas y las llamadas de las que luego se puede arrepentir. En este momento del día es bueno leer un poco, ver una serie, prepararse una cena deliciosa o cualquier otra tarea que conformen una nueva rutina.
- Disfrutar la soledad: ya que este es un don que pocos pueden tener, aunque es agradable estar con otros, también sucede que luego de haber pasado un tiempo a solas, la soledad se convierte en una gran compañera que permite la realización personal; además, enseña a compartir mejor el tiempo con otros y el tiempo que se quiere pasar a solas.
- Empezar un nuevo proyecto: no tiene que ser algo muy grande, pero sí algo muy personal y que se ame, algo que sea completamente propio y no se comparta con los demás, pues, muchas personas pueden encontrar beneficios cumpliendo sus sueños en esta etapa, lo cual puede ir desde escribir un libro hasta aprender a pintar.
- Cuidarse emocional y físicamente: lo cual implica tomar un tiempo para relajarse, hacer ejercicio, comer bien. Tratar de no tomar decisiones muy importantes en ese momento, o cambios en los planes de vida que sea trascendentales. Evitar el abuso de drogas, alcohol, cigarrillo, entre otros.
- Recordar quién se era antes de la relación: antes de la relación se vivía de una manera, se tenían esperanzas, sueños, lugares a los que se deseaba conocer, cosas nuevas por probar. Así que es el momento perfecto para inscribirse en el taller de arte, volver a la escuela, tomar un pequeño paseo por una ciudad que se quería conocer; volver a encontrar el propósito de la vida le puede dar sentido a la nueva persona que se reconfigura en la actualidad.
- Celebrar la soltería: hay muchas personas que realmente aman vivir a solas, y la soltería tiene sus ventajas: ya no hay que compartir el baño, se puede quedar despierto hasta tarde sin molestar a nadie, cocinar siempre lo que le apetezca comer, gastar el dinero como prefiera, pasar el tiempo como mejor le plazca, entre otras bondades.
- El tiempo cura las heridas: por lo que se necesita que este transcurra para poder atenuar el dolor y, con el tiempo, los recuerdos cada vez serán menos frecuentes. Este momento es importante para buscar también ayuda profesional y recibir apoyo terapéutico que permitirá aprender mejor a manejar la soledad después de un divorcio.
Aprender a estar a solas consigo mismo es uno de los mejores regalos que existe, pues, enseña a la persona cómo es en realidad; ya no es necesario esperar por otra persona para comer, modificar la manera de comportarse, ni esperar llamadas, sino que simplemente la persona se siente a gusto en su espacio personal.
Cada día hay más personas que comienzan a conocer el valor de la soledad y a disfrutarla, sabiendo que es el mejor tiempo que pueden regalarse a sí mismos. Así que lo mejor que se puede hacer es aprender a manejar la soledad después de un divorcio.