¿Cómo se comporta alguien que se subestima? 10 señales

Subestimarse a uno mismo: un obstáculo para el crecimiento personal y la felicidad plena. Descubre las señales en este artículo.

Alguien que se subestima no suele pensar en sí mismo, sino en los demás. Esto es común, pues, no solo es posible subestimar a alguien, sino también subestimarse a sí mismo.

En ninguno de estos escenarios el comportamiento es apropiado. Al contrario, impide el crecimiento personal y la posibilidad de vivir con plenitud.

Quien se subestima no puede sentir bienestar porque vive con la autoestima erosionada, se hace daño constantemente y no experimenta felicidad.

En cambio, quienes son amables consigo mismo y tienen una buena autoestima, lo reflejan en cada ámbito de su vida, y la principal característica es que se les ve luchando por sus sueños.

Quienes se subestiman, creen que nunca lograrán nada trascendente, piensan que no merecen grandes cosas y sus relaciones con los demás también son pobres.

No se trata, pues, solo de aceptación hacia uno mismo, sino también de valorar todo nuestro potencial, lo que somos y lo que podemos llegar a ser.

¿Cómo se comporta alguien que se subestima?

De acuerdo con la autora María Naranjo, en su estudio sobre la autoestima, esta es un aspecto que tiene una relevancia destacada en la vida de una persona, ya que contribuye a que su existencia sea más satisfactoria

Y, ciertamente, subestimarse está relacionado con la autoestima. Para comenzar, quien se subestima, ni siquiera se cree merecedor de un cumplido.

Quien se subestima, se comporta de la siguiente forma:

1. No acepta los cumplidos: porque cree que no los merece y suele responder: “no importa”, “no es gran cosa”, “no es nada”, “no es para tanto”, entre otras respuestas que la descalifican. Algo tan sencillo como aceptar un cumplido puede dejar en evidencia cuánto se ama una persona. Pero, quien se subestima no sabe cómo responder de forma correcta, o le cuesta decir “gracias, acepto el cumplido”.
2. Hace mención de otras personas: y se coloca a sí misma en la sombra. Quien se subestima siempre alaba lo bueno de alguien más, pero no lo propio. Esto significa que carece de seguridad y autoconfianza.
3. No piensan en sí mismos en primer lugar: sino que primero colocan a otras personas por delante. Nunca son la prioridad, sino otros. Esto es un claro indicio de que tienen una autoestima muy baja.
4. Piensan que el bienestar de los demás es más importante: nunca la felicidad propia. Siempre se sacrifican, hacen todo por otros, dan el máximo, pero ellos van quedando de último lugar.
5. Creen que los demás piensan cosas negativas de ellos: o que se burlan, se ríen, o no los aceptarán.
6. No se consideran especiales: todos tenemos un valor que nos hace únicos. Somos auténticos, pero quien se subestima, piensa que no tiene nada de especial y, si reciben un regalo, entonces creen que es porque esa persona que les ha dado algo también lo hace con todos.
7. Tienen pensamientos negativos: del tipo: “los demás son mejores que yo”, “yo no valgo”, “los otros lo harán mejor”, “mejor que lo haga otro”, porque hay un miedo que subyace. Un terror a fallar y que les obliga a confinarse en una esquina.
8. Dudan de todo su potencial: no se dan cuenta de todo cuanto son capaces de lograr cuando se proponen una meta. Creen que el éxito es para los otros, nunca para ellos.
9. Resaltan cualidades negativas: de sí mismos, en lugar de ver cosas positivas.
10. Los pensamientos también son negativos: nunca se visualizan teniendo éxito, alcanzando metas, sino que sus pensamientos negativos derrumban sus sueños.

Subestimarse es un error en el que muchos incurren, pues, todos los seres humanos tenemos algo que nos hace único y auténticos ante el resto. Todos tenemos algo que aportar al mundo, así como también tenemos miles de opciones en las que podemos contribuir para hacer del mundo un lugar mejor.

El valor como personas lo tenemos desde que nacemos y damos el primer respiro, no hay ningún motivo para creer que otros son mejores que nosotros.

Si eres de las personas que se subestiman, más vale comenzar a hacer una lista de todos los puntos fuertes y que te hacen único delante de los demás, seguro que son muchos.

Acudir con un especialista también es recomendable, pues, esto nos puede ayudar a reforzar nuestra autoestima y ser más amables con nosotros mismos.

En algunos casos, la terapia cognitivo conductual puede ayudar; de igual modo, hay otros enfoques que también son útiles y pueden ser un gran acompañamiento para que la persona comience a transitar ese hermoso camino del autodescubrimiento de potencialidades.