En qué consiste la aversión a la pérdida y cómo nos afecta

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En qué consiste la aversión a la pérdida y cómo nos afecta

La aversión a la pérdida se refiere a una tendencia psicológica estudiada por Kahneman y Tversky en su Teoría Prospectiva. Este principio se refiere a la experimentación de una mayor insatisfacción al perder algo que de satisfacción al ganar lo mismo. De este modo, en condiciones de incertidumbre, las personas evitan arriesgarse a la pérdida aunque haya una alta probabilidad de ganancia.

Teoría Prospectiva de Kahneman y Tversky

A principios del siglo XX, en el terreno de la economía, se presentaban teorías que tenían que ver la toma de decisiones financieras. Sin embargo, para esta época se manejaban únicamente condiciones de certeza; por lo que lo esperable era que la toma de decisiones se realizara bajo parámetros racionales. Pero, en la década de los 80, comenzó a observarse la incertidumbre como una variable necesaria a tomar para los estudios de economía. Como consecuencia, los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky desarrollan la teoría prospectiva.

La Teoría Prospectiva fue desarrollada por Daniel Kahneman y Amos Tversky en 1979 como un modelo psicológico y económico para entender cómo las personas toman decisiones en situaciones de incertidumbre. Esta teoría se opone a la idea clásica de la «racionalidad» en economía, que supone que las personas siempre actúan de manera lógica y consistente para maximizar su utilidad.

En su estudio, se encargaron de analizar las diferentes perspectivas que utilizan los sujetos para el manejo de su dinero en condiciones de incertidumbre. Hemos de tener en cuenta que todas las personas traen consigo sus propias historias y preferencias individuales. De este modo, se pudo observar que se mantiene una perspectiva de utilidad que, curiosamente, no se basa necesariamente de la opción más racional, sino que más bien, se tiende a escoger la alternativa que nos puede parecer la más adecuada, aun existiendo distorsiones cognitivas que sustenten que tal decisión no es la mejor.

Los conceptos principales de la Teoría Prospectiva

  • Valoración de las ganancias y pérdidas: A diferencia de la teoría económica tradicional que centra la atención en los resultados finales, la Teoría Prospectiva se enfoca en cómo las personas valoran las ganancias y pérdidas relativas a un punto de referencia específico, usualmente su estado actual. Por ejemplo, perder 100 dólares generalmente se siente más doloroso que el placer de ganar 100 dólares.
  • Función de valor: Kahneman y Tversky propusieron que la función de valor es convexa para las pérdidas y cóncava para las ganancias. Esto significa que las pérdidas afectan a las personas más intensamente que ganancias equivalentes (aversión a la pérdida). Además, la función de valor es más empinada para las pérdidas que para las ganancias, lo que sugiere que las pérdidas son sentidas más profundamente.
  • Probabilidades subjetivas: La teoría también incorpora la idea de que las personas no necesariamente perciben las probabilidades de manera objetiva. En su lugar, tienden a sobreestimar las probabilidades de eventos poco probables y subestimar las de eventos muy probables. Esto se conoce como «peso de la decisión» y afecta cómo se consideran los resultados posibles.
  • Efecto de certeza: Los individuos tienden a preferir los resultados que son ciertos, un fenómeno que se ve exacerbado en las ganancias seguras más que en las pérdidas seguras. Esto puede llevar a decisiones que favorecen una ganancia menor pero segura sobre una ganancia mayor pero incierta.
  • Efecto de reflexión: Kahneman y Tversky también describieron este efecto donde las preferencias de las personas pueden invertirse dependiendo de si un problema se presenta en el contexto de ganancias o pérdidas. Por ejemplo, las personas pueden ser reacias al riesgo en el dominio de ganancias y buscar el riesgo en el dominio de pérdidas.

Gracias a la teoría de Kahneman y Tversky, se marca un antes y después respecto a la teoría de decisión convencional. Actualmente, cuando las condiciones bajo las que se elige una decisión financiera responden a preferencias psicológicas, se denomina “utilidad prospectiva”.

Dentro de la teoría prospectiva, se han determinado una serie de principios básicos que regulan las decisiones financieras de manera general. Por ejemplo, el nivel de adaptación se utiliza como referencia de satisfacción del resultado esperado y no el nivel de riqueza actual. Es decir, las personas sienten más placer al acertar en sus apuestas aunque su nivel de riqueza no aumente considerablemente. Asimismo, la sensibilidad al cambio es decreciente y existe una fuerte aversión a la pérdida, pues se pondera más la pérdida que la ganancia en la lotería.

¿Qué es el principio de aversión a la pérdida y cómo nos afecta?

Dentro de los principios de la Teoría Prospectiva de Kahneman y Tversky, nos encontramos con el principio de la aversión a la pérdida. Ésta, se trata de una tendencia de la toma de decisiones en situaciones donde se debe decidir entre alternativas que involucran riesgo; por ejemplo, decisiones financieras. Desde esta perspectiva, los autores han determinaron que, las pérdidas suelen ser mucho más ponderadas que las ganancias; aunque sean del mismo calibre.

Desde esta perspectiva, podemos considerar un juego en el que se lanza una moneda, pudiendo caer cruz o cara. Así, existen dos opciones: la moneda muestra cruz, se pierden 100 dólares; pero, si sale cara, se ganarían 150 dólares. Al aplicar un análisis racional a esta situación, es fácil deducir que el valor esperado del juego es positivo, pues la ganancia es mucho mayor a la pérdida. Sin embargo, el principio de aversión a la pérdida nos explica porqué la mayoría de sujetos evitarán participar en un juego como este.

De acuerdo con los estudios, las pérdidas son valoradas entre 1,5 y 2,5 más intensamente que las ganancias. Es decir, el monto de displacer que se experimenta al perder es mucho mayor que el que se siente al ganar. Lamentablemente, esta tendencia lleva a que la mayoría de las personas eviten arriesgarse en negocios potencialmente fructíferos por el temor a la pérdida, aunque la posibilidad de beneficio sea mucho mayor.

En situaciones cotidianas, el principio de aversión a la pérdida conlleva a que una subida de impuestos provoque una respuesta más intensa que la que pudiera provocar una bajada de impuestos. O, en una negociación de un sindicato, es difícil generar acuerdos por la dificultad de cada una de las partes para hacer concesiones que involucrarían un cambio o pérdida.

El temor a la pérdida a nivel psicológico

A lo largo de la existencia, tendremos que atravesar un sinnúmero de duelos correlacionados a todos los cambios propios de la vida. Algunos de ellos tendrán que ver con fallecimientos, otros con mudanzas, cambios laborales, escolares o transiciones de etapas vitales. Para muchas personas, ciertas pérdidas terminan siendo sumamente traumáticas y se vuelve difícil arriesgarse a sufrir una nueva.

Asimismo, existe una tendencia cultural a rechazar los duelos, considerando que el dolor de una pérdida debe ser superado rápidamente. Realmente, el evitar la pérdida solo nos lleva a mantenernos en una zona de confort en la que no logramos ver las verdaderas oportunidades que nos presenta la vida. Del mismo modo, la gran ponderación de la pérdida puede tener que ver con las dificultades emocionales para procesar el dolor. Desde esta perspectiva, es posible establecer relaciones entre nuestras decisiones financieras y nuestro estado psicológico.

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