Hacerse el interesante
Descubre si hacerse el interesante es una estrategia efectiva para consolidar una relación de pareja.
«Hacerse el interesante» ¿Es necesario para consolidar una relación de pareja?
- Decir que hoy estás ocupado.
- No atender el teléfono.
- Demorar en llamar luego de la primera cita.
- Decir: «Uy me he olvidado de llamarte, es que estoy muy ocupado y con muchas cosas en la cabeza».
– No demostrar sentimientos, sentirse acosado, absorbido, perseguido y que sé yo cuantas cosas más…
– ¿Te ha pasado alguna vez esto? Si te ha pasado, entenderás a que me refiero.
¿Por qué hacerse el interesante?
1) En primer lugar se podría hablar de una reacción poco espontánea, artificial, que puede transmitir cierto miedo de mostrarme tal cual soy.
2) ¿Esto puede tener que ver con el miedo a que el otro me domine, conozca puntos débiles y pueda lastimarme?
3) Por otro lado, «hacerse el interesante» demuestra cierta conciencia de que valemos mucho, lo cual puede transmitir por el contrario un desajuste en este aspecto, puesto que, ¿por qué sería necesario demostrarle al otro que valgo?
4) Sabido es que cualquier actitud que tomemos influye en la actitud del otro, de lo que se podría desprender que «Si yo me hago el interesante», pueden suceder las siguientes cosas:
a) el otro va a estar cada vez más interesado en mí, tratando de llamar mi atención.
b) pero, por otra parte podemos pensar en la posibilidad de que el otro perciba nuestra actitud y reaccione de la misma forma y por tanto deje de mostrar interés, haciendo uso del popular «orgullo». Por lo cual asistimos a un «tire y afloje» que consiste en quien reacciona primero en aras de llevar a cabo el contacto.
c) o que pierda el interés porque le parezca un infantilismo de su parte,porque no le interese seguir su juego de «gato y ratón».
En primer lugar vemos que este tipo de actitudes se repiten asiduamente, por lo que podemos suponer que es parte de la naturaleza humana (y por tanto debe tener su origen en el desarrollo evolutivo de la persona).
El tema de fondo puede tener que ver con la poca valoración que da el ser humano a las cosas que no cuestan. No valoramos lo que conseguimos sin esfuerzo, lo vemos en el día a día en lo que respecta a otro tipo de cuestiones.
Podríamos llevar esta situación a los primeros momentos de la vida del ser humano, su relación con el pecho materno y con ello a la alimentación.
Si el lactante tuviera el pecho todo el día en la boca probablemente no la apreciaría. Esto se conecta con la situación de falta y búsqueda de la alimentación en los primeros momentos de la vida cuando el lactante debe llorar para mamar. ¿Podríamos pensar que esta actitud pueda funcionar a modo de esquema referencial (obviamente no de forma consciente)?