Infidelidad: Causas y consecuencias
- Marcos lleva siete años engañando a su esposa con su exnovia de la preparatoria. Cuando fue descubierto por su esposa, aceptó toda la responsabilidad y ahora su futuro es incierto. En principio, el tuvo que salir de la casa.
- María, lleva apenas un par de días en una relación secreta con Sebastián, su compañero de la oficina. En privado ella le confesó a Sebastián, que no se sentía valorada por su pareja y qué con él, se ha sentido muy a gusto.
¿Qué tienen en común estas personas? Viven una relación de infidelidad: es secreta, sienten una química sexual por su pareja no oficial y corren el riesgo de enamorarse y fracturar el amor y el compromiso que establecieron inicialmente con sus parejas.
En síntesis
- El concepto de infidelidad, ha venido cambiando a lo largo del tiempo y hoy día se aceptan diferentes formas de la misma. Antes, estaba asociado con el divorcio, pero en la actualidad, aunque genera un tremendo impacto en quien la recibe o la lleva a cabo, no necesariamente es sinónimo de separación y divorcio.
- De acuerdo a la experta en el tema de infidelidad, Esther Perel, actualmente la infidelidad en su estructura tiene tres componentes básicos: es una relación secreta, existe entre los involucrados una conexión química o emocional (no necesariamente sexual), y puede llevar a los involucrados a enamorarse.
- Existe una diversidad de causas para ser infiel, lo que la hace un evento único o singular entre las parejas. Puede involucrar infidelidad sexual o emocional. Y, puede existir contacto físico o no existir.
- Para algunas parejas el coqueteo ya es infidelidad, la pornografía, los mensajes en las redes sociales, pagar por tener sexo, pero para algunas otras personas, eso no lo es.
- La infidelidad, genera un impacto brutal para quien la recibe, pero también quien la lleva a cabo tiene consecuencias desastrosas, que afectan la vida individual y social de la pareja.
- Es un tema muy vigente en la sociedad actual, y aún se siguen investigando las causas y consecuencias de la mima.
Contenido
La polisemia y la expansión del concepto de infidelidad
El concepto de infidelidad anteriormente se asociaba con la “conducta sexual en que la hembra de una pareja, se apareara con un macho que no es su compañero” (APA, 2010, p.265). Sin embargo, la infidelidad puede darse en hombres y mujeres (novios, esposos, amantes, etc.) que tienen una pareja oficial y deciden estar con alguien más no solo en el terreno sexual sino en otras variantes. Se destaca por su importancia la infidelidad emocional. La infidelidad conyugal se refiere a cualquier relación sexual o emocional más allá del marco de una relación comprometida entre dos cónyuges. (Solmaz et al., 2022).
Luego entonces, se distinguen en la polisemia diferentes tipos de encuentros, sexuales y no sexuales, como son: coqueteos con otra persona sin llegar a ningún contacto físico, contacto físico sin involucramiento de emociones, la infidelidad sexual, la afectiva o emocional, la financiera, por despecho o venganza, entre otras más.
“La definición de la infidelidad es cualquier cosa menos fija, y la era digital ofrece una gama de encuentros potencialmente ilícitos en perpetua expansión. ¿Chatear es engañar? ¿Qué hay del sexting, ver pornografía, unirse a una comunidad de fetiches, mantenerse secretamente activo en aplicaciones de citas, pagar por sexo, bailes eróticos, masajes con final feliz, encuentros sexuales entre chica y chica, seguir en contacto con alguna expareja? Son las interrogantes que plantea la experta en el tema de infidelidad Esther Perel, (2019), en su libro El dilema de la pareja.
El estigma de la infidelidad y sus componentes
Las personas que viven fuera de las normas sociales, serán discriminadas, no aceptadas, viviendo con el temor a ser rechazadas, es por eso que prefieren mantener una relación “ilícita” en completo secreto, porque lejos de ser entendidos serán estigmatizados y juzgados. Si la relación no se hace pública, no correrán ningún riesgo de revelar abiertamente su relación íntima. Sin embargo, si se conoce, se espera el escarnio o burla social.
Existen 3 elementos constitutivos de la infidelidad, también explorados por Esther Perel:
- El secreto. Intensifica la carga erótica, la noción de aventura y clandestinidad. Para algunas personas da la sensación de libertad, un sentimiento de autonomía. Pero para el otro, es traición, engaño, mentiras, doble vida, violación de la confianza. Tiene significados completamente diferentes para las dos partes.
- La alquimia sexual. Es el elemento más importante de los 3. No tiene que ver con el sexo (algunos ni siquiera llegan a ese paso). Más bien tiene que ver con la forma en cómo se sintieron, se sintieron vivos, porque alguien les estaba prestando atención, se sentían menos solos, no se sentían ignorados, alguien se reía de sus chistes, porque alguien los encontraba atractivos, los miraba y ya no se sentían invisibles, porque se sentían deseados y volvieron a sentir deseos por alguien después de muchos años. Tiene que ver con el deseo, la vitalidad, el sentirse vivo, la conexión, la libertad, la posibilidad, el mundo en el que no estoy viviendo, la vida que no estoy viviendo, darse permiso. Atreverse a cruzar la línea, porque puedo o porque creo que no habrá consecuencias.
- La implicación emocional. Abre la puerta a la palabra más peligrosa: amor.
Hay infidelidades que impactan más que otras, pero tiene que ver con los recursos emocionales con los que cuenta cada persona, alguien puede actuar de manera iracunda, estar fuera de control al enterarse de una infidelidad de una noche y otra podría actuar de forma más serena al descubrir una infidelidad de más de 6 años.
Estas reacciones muchas veces no vienen de la infidelidad en sí, vienen de otras experiencias, por ejemplo, si ya hubo una traición anteriormente, si se ha experimentado el abandonado alguna vez, si hubo una infidelidad en nuestro entorno. Es decir, nos enfrentamos al tema desde lo que se trae cargando en nuestra mochila. (Barrera & Martínez, 2024).
Es terrible la infidelidad, pero no es la única traición que puede darse dentro de la relación de pareja, habrá que ver si dentro del matrimonio hubo otras traiciones. Por ejemplo: si alguno de los dos dejó de hablarle al otro, si se dejó de prestar atención a la pareja, si hubo muestras de desinterés o desprecio, si hubo violencia física o emocional con él o ella, si se bebía o consumía drogas, si estaba más comprometido con su trabajo, con sus padres o con sus amigos. Hay muchísimas formas en que las parejas se abandonan e incumplen sus promesas. No solo es la infidelidad.
¿Por qué somos infieles?
Ser infieles es una conducta de etiología múltiple. Aún las parejas que son muy felices tienen la posibilidad de ser infieles. Por supuesto, que probabilísticamente lo son, quienes vivieron en la impronta familiar este tipo de conductas por parte de uno o de ambos padres.
Sin embargo, vale la pena explorar algunas otras acciones que nos predisponen a ello. Investigadores de la Revista Proceso Familiar (Allen et al., 2008), encontraron que las parejas que mostraban una comunicación más problemática (comunicación menos positiva) antes del matrimonio, y tenían niveles más altos de interacción negativa e invalidante, eran más proclives o más receptivos a vivir relaciones de infidelidad en los primeros años del matrimonio. Lo mismo sucede, si las mujeres viven un ambiente de insatisfacción en general y los hombres experimentan mayor insatisfacción sexual.
Existen evidencias que los hombres insatisfechos en su relación y sexualmente, antes del matrimonio, son más proclives a cometer adulterio. Para las mujeres que tuvieron relaciones sexuales satisfactorias antes del matrimonio, si experimentan una disminución en su satisfacción sexual después del matrimonio, estaban más dispuestas a cometer una infidelidad.
Otras investigaciones han identificado en relación a la salud mental de las parejas, la importancia de la salud mental personal: personas con depresión, ansiedad, problemas perpetuos anteriores al matrimonio, incluyendo insatisfacción sexual, resultan más susceptibles de vivir relaciones extramaritales.
La infidelidad es una acción que desestructura la simbiosis de la relación de pareja, aunque el impacto es mayor para quien recibe la traición o el engaño, ninguno de los dos queda ileso.
Participar en relaciones extramatrimoniales. Las relaciones ocultas fuera del matrimonio provocan sentimientos como depresión, ira, frustración, falta de confianza en uno mismo, pérdida de identidad y sentimientos de inutilidad en un cónyuge traicionado. La infidelidad conyugal también provoca sentimientos de duda, depresión y culpa en el cónyuge infiel. (Solmaz et al., 2022).
¿La infidelidad sigue siendo sinónimo de divorcio?
En el siglo pasado, una infidelidad era sinónimo de separación o divorcio. Sin embargo, eso no sucede necesariamente en la actualidad, pues existen trabajos de intervención terapéuticos como la terapia de pareja, cuyos objetivos son: 1) tratar de reconstruir la relación, no importa que tan dañada esté, sí ambos miembros lo quieren, o 2) ayudarles a separarse más civilizadamente.
Luego entonces, a pesar de lo complejo, no necesariamente una infidelidad termina con el divorcio. Y, en la paradoja, además de mostrar los puntos vulnerables de la pareja, podrían ser tomados para crecer en la adversidad y crear un nuevo estilo de pareja, aprovechando la crisis para crecer a pesar de todo. Sin embargo, es una decisión que involucra únicamente a los implicados y que pueden ser auxiliados por una terapia de pareja.
En relación a una posible separación y con una probabilidad muy alta de certeza, el psicólogo John Gottman y su esposa Julie Gottman, proponen para saber si una pareja se va a separar, analizar las conversaciones de la pareja. Sí, presentan las siguientes cuatro conductas:
- La crítica: Todas las relaciones tienen malos entendidos, pero además de estos, la pareja se esmera en potenciar y resaltar los errores del otro.
- El desprecio: es una falta de empatía y cariño que pone a la otra persona en una posición de inferioridad. Además, se suele acompañar de comentarios irónicos y gestos de desagrado.
- La actitud defensiva: escuchas para atacar, no para resolver, y
- La actitud evasiva: huyes del conflicto, sin solucionarlo. (Lorenzo, 2021). También se les conoce como los cuatro jinetes de la Apocalipsis.
Consecuencias de una infidelidad
La infidelidad sexual o emocional, trae consecuencias muy importantes que se siguen estudiando actualmente, existen líneas generales que dan cuenta de la singularidad con la que se vive, no solo es el impacto del acontecimiento como tal que genera un quiebre en las relaciones de la pareja. Y, alteran el orden de lo individual y lo social en cada persona.
En lo individual
- Se genera un trauma: suceso en el que una persona es testigo o experimenta una amenaza a su propia vida o a su seguridad física o la de otros y en el cuál experimenta temor, terror o impotencia. El suceso también puede ocasionar DISOCIACIÓN, confusión y una pérdida de la sensación de seguridad. (APA, 2010, p. 552). Sentirse disociado es experimentar la sensación de una separación de uno mismo. Las cosas también parecen irreales, como si se estuviera en un set de televisión o de cine, en donde nada es lo que parece. Genera en quien la padece, incertidumbre y perplejidad: es sentirse perdido en el tiempo y en el espacio.
- Lesión de apego: Las heridas de apego, un término acuñado por la psicóloga Dr. Sue Johnson, son lesiones de la relación que dejan la relación insegura y limitan el compromiso emocional. Una lesión de apego es un tipo específico de traición que se experimenta en relaciones de pareja. Se caracteriza como un abandono percibido o real o una violación de la confianza. Es un incidente en el que una pareja es inaccesible y no responde frente a la necesidad o vulnerabilidad urgente del otro (Duany, 2019). Curiosamente uno de los elementos más importantes para mantener una relación de pareja en su continuidad, es el amor y el compromiso. Si, se rompe este compromiso emocional, la persona puede tener la sensación de no tener nada y caer en el vacío.
- Trauma por traición: “La investigadora psicológica Jennifer Freyd, introdujo el término «trauma de traición» en 1991. Se refiere a un tipo específico de trauma psicológico causado por la pérdida de conexiones sociales clave. El daño se produce por una ruptura en un vínculo de apego, como en el caso de la infidelidad, entre parejas románticas. La pérdida del apego, no implica la ruptura de la relación. El trauma por traición tiene efectos duraderos en la vida de una persona”. (Elorza, 2022). Relacionado con la herida de la infancia del abandono, la traición y la humillación, quien la vive, le produce dependencia emocional (experimenta abandono emocional, físico y psicológico que muy seguramente vivió en la infancia) y con ello la constante necesidad de sentirse valorados y amados. Y, el efecto es un estado constante de hipervigilancia y por supuesto de control sobre la pareja y el entorno. “La mayor dificultad para las personas que sufren de abandono o traición, es que sus egos les hacen creer que nunca reciben la suficiente atención y afecto. No les importa los medios que utilicen para recibirlos; están convencidas de que podrían y deberían recibir más”. (Bourbeau, 2023, p. 126).
- Trastorno de estrés postinfidelidad: “El trastorno de estrés postinfidelidad (TEPT) es un tipo específico de trastorno de ansiedad que puede desencadenarse al descubrir que una persona de nuestro entorno íntimo nos ha sido infiel”. (Elorza, 2022). Se caracteriza fundamentalmente por la presencia de síntomas de ansiedad, tristeza y depresión. Como en todo evento post traumático, se revive el acontecimiento una y otra vez con pensamientos rumiantes, intrusivos que abarcan las pesadillas. Puede tomar dos vías a saber:
- Se exacerban las emociones y generan más conflictos: sentimientos de vergüenza o humillación, culpa, ira, ansiedad, depresión y deseos de venganza. Se piensa en una solución emocional caliente, con las emociones exacerbadas.
- El desgaste emocional lleva a la inacción o entumecimiento afectivo: es una incapacidad para sentir o conectar emocionalmente, también se conoce como aplanamiento emocional.
- Produce una alteración en la salud mental física y psicosocial:
- En lo físico: incluye “estrés para las parejas traicionadas” (Warach & Joseph, 2019). Los efectos pueden ser temporales, pero también graves y duraderos: impotencia sexual para estar con la pareja, ausencia de contacto físico, debido al estrés que genera, altera e incrementa las enfermedades físicas y emocionales que ya tenía quien es engañado y quien engaña. El dolor físico o emocional que se presenta es tan grave, que desafortunadamente algunas personas deciden atentar contra su vida o quitarse la vida. “Destacan algunas reacciones emocionales con respecto al impacto de una infidelidad: algunas personas experimentan náuseas y repulsión después de una infidelidad sexual. Mientras que la reacción después de una infidelidad emocional, resultaron ser: sentirse indeseable e inseguro”. (Shackelford, LeBlanc & Drass, 2010).
- En lo Psicosocial: incluye “consecuencias emocionales, cognitivas, conductuales” (Warach & Joseph, 2019) y sociales. Falta de confianza en uno mismo y en la pareja, se desorganiza la percepción, codificación y recuperación de la información del entorno. Altera la autoestima y el autoconcepto de las personas.
- Entre los efectos cognitivos se destacan: pensamientos rumiantes (pensamientos intrusivos e incontrolables sobre el acontecimiento sucedido, aun cuando ya se haya perdonado), incapacidad para otorgar el perdón, sentirse bloqueado, aletargado o disociado de la realidad. Además de baja autoestima, vacío emocional,
- Entre los efectos conductuales se destacan: Ira y frustración que se descarga en ofensas, golpes, o agresiones físicas o verbales dirigidas hacia la pareja que traicionó el vínculo afectivo. Hipervigilancia, estado de alerta aumentado, real o imaginario, que produce ansiedad y estrés postraumático. Celos e inseguridad en la persona traicionada. Además de insomnio e intentos de suicidio.
- Entre los efectos emocionales se destacan: la tristeza que lleva a la depresión, al ostracismo o aislamiento social. Alejarse y aislarse de las personas, experimentando ira contenida hacia la persona que propició el rompimiento del vínculo afectivo. Se viven emociones negativas: “son las que tienen ausencia de bienestar, y sobre todo presencia de malestar: miedo ansiedad, estrés, ira, rabia, enfado, cólera, enojo, tristeza, resentimiento, etc. (Punset, Bisquerra & Laymus, 2018, p. 79). Además de angustia y depresión. En una investigación publicada por la Revista de terapia de pareja y relación en el 2008, se encontró que la infidelidad y la depresión están presentes en uno o ambos miembros de la pareja, ya que más de la mitad de las parejas en terapia tienen algún tipo de infidelidad en su pasado, y el 25% de todas las parejas presentes en terapia tienen la infidelidad como principal preocupación. (Gorman & Blow, 2008).
- Las reacciones posteriores a una infidelidad fueron analizadas por investigadores en la Revista de Ciencias del Comportamiento en 2010, y encontraron que posterior a una infidelidad sexual los participantes del estudio sintieron náuseas y repulsión. Mientras que posterior a una infidelidad emocional, se sintieron indeseables e inseguros. (Shackelford, LeBlanc & Drass, 2010).
En lo social
- Puede terminar la relación o acortar la vida en el ciclo de la pareja: Aunque en algunos otros casos, el acontecimiento puede generar un nuevo rumbo y mejorar las condiciones que le llevaron a este acontecimiento.
- Se alteran las necesidades de:
- Pertenencia: Motivación, de formar y pertenecer a un grupo (pareja).
- Afiliación: Motivación de tener lazos para formar, una familia, pareja o comunidad. Y, son los afectos que se dan y se reciben a través de las relaciones interpersonales.
- Seguridad: Es la necesidad de estar libre de peligros, enfermedades y de vivir en un ambiente grupal sano y predecible.
- Se fracturan los vínculos de apego: Si bien el apego son los cuidados físicos y la seguridad emocional, estos se fracturan. Y, muy probablemente la pareja puede terminar con estos vínculos.
Es importante tener en cuenta lo siguiente: “El pasado de uno no siempre determina su futuro, pero la investigación encuentra que las personas que engañaron a una pareja en una relación anterior tienen tres veces más probabilidades de hacerlo en una relación futura, en comparación con las personas que no habían sido infieles antes”. (Psychology Today, 2024).
A manera de reflexión final
- El concepto de infidelidad que antes estaba asociado al engaño sexual, ha venido cambiando con la tecnología, la cultura, la ideología y sigue en proceso de construcción.
- Una infidelidad, no necesariamente podría ser el fin de una relación de pareja. Y, puede abrir caminos de aprendizaje para ambos miembros de la pareja, ya sea que permanezcan juntos o no, después de un acontecimiento como este.
- Debido al impacto social que genera, algunas personas deciden pasar esta etapa sin redes de apoyo social o terapéutico.
- Las estrategias de intervención terapéutica dependerán de la singularidad con la que surgió la infidelidad. Pudo haber sido una persona conocida y cercana o desconocida. Pudo haber sido la primera vez o repetirse en múltiples ocasiones. Podría haber sido en una situación de conflicto o no en la pareja.
- Genera un impacto psicosocial, en quien engaña y en quien es engañado.
- La persona engañada, recibe un impacto mucho mayor por las consecuencias individuales y sociales que deberá enfrentar, esté consciente de ellas o no.
- No obstante, de la forma que haya sido la infidelidad, desestructura la simbiosis de la pareja. Atenta contra la unión de la pareja: Amor y compromiso. Y, abre la puerta de una separación real: la posibilidad real o potencial de la presencia de una tercera persona.