La pareja y su relación con la comida

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La pareja y su relación con la comida

  • Lupita se siente orgullosa de preparar la cena para su esposo. Él preparará las bebidas y ambos acordaron tener una noche romántica.
  • Alberto, no solo ha dejado sin pensión alimenticia a sus hijos, la complicidad de sus padres, le sigue haciendo ser irresponsable de traer hijos al mundo y no hacerse cargo de ellos.
  • Alejandra y su novio, han planeado hacer un día de campo en el bosque cercano a su ciudad. Llevan varios días planeando el evento. Esperan, comer, tomar una copa y más tarde hacer el amor.
  • Ricardo ha tenido diferencias con su pareja. La ha invitado a comer, esperando resolver sus conflictos.

¿Qué tienen en común todos ellos?: la comida. El tema de la comida en la pareja es multifactorial: genera vínculos (amor romántico, erotismo, fortalecimiento de vínculos afectivos, nutrir y más), separa a las personas (problemas legales de demandas por pensión alimenticia), concilia a las parejas (comida para arreglar las diferencias), es una forma de leguaje de amor (Regalos: comida para festejar un evento), es un motivo o evento social para celebrar (aniversario de bodas, tarde romántica, gusto por compartir algún tipo de comida), produce cambios a nivel cerebral estudiados por la neurociencia (una buena comida produce dopamina, la hormona del placer). En la paradoja también, la comida poco nutritiva produce placer en su equilibrio de: azúcar, sal y grasas.

En general la comida en pareja: une, separa y ayuda a mostrar una actitud positiva para resolver diferencias. Además, interviene en ella, la compra de los alimentos, el proceso de elaboración, el motivo por el cual se comparte una comida y el efecto final que se logra cuando se comparte en pareja. Resulta todo un dilema shakesperiano: compartir o no compartir la comida.

  • La comida es fuente de placer y de compartir íntimamente.
  • La forma de compartir la comida en pareja, muestra el grado de intimidad y cercanía social y afectiva entre sus miembros: invitar a una pareja potencial, compartir el plato de comida con la pareja, dar de comer en la boca a la pareja, son muestras de ello.
  • Es fuente de placer desde el punto de vista de las neurociencias: comer rico produce dopamina, la hormona del placer. El azúcar, la sal y las grasas son adictivas.
  • Es motivo de conflictos, en el terreno legal, por desamparar a los hijos en una separación o divorcio.
  • Ayuda a propiciar un clima de armonía para resolver diferencias.
  • En la consustanciación (compartir alimentos con tu pareja, que ya los has tocado) es motivo de los apegos profundos.

La comida como fuente de alimentación y de salud

El tema de la comida en la base de todo es sobrevivir, necesitamos alimentos que nos aportan nutrientes para funcionar adecuadamente. Existe comida nutritiva y comida no nutritiva. “Maslow propuso una jerarquía de cinco necesidades innatas que activan y dirigen la conducta humana a saber: las necesidades fisiológicas, de seguridad, de pertenencia y amor, de estima y de autorrealización”. (Schultz & Schultz, 2010, pág. 303). En la escala de las necesidades fisiológicas básicas se encuentra: la alimentación, respirar, el agua y el sexo.

En la multifactorialidad, muchos eventos intervienen en la relación de la pareja y la comida. La nutrición y las relaciones de apego que tenemos en la impronta de los primeros días de nuestra vida, dejan una marca e influyen en nuestra forma de relacionarnos con la comida. Cuando una madre, da el pecho a su hijo, no solo le transmite seguridad, pertenencia, cercanía, supervivencia y salud (con los nutrientes de la leche). La simbiosis que se establece, depende también del equilibrio mental y nutricional de los padres y especialmente de la madre que alimenta al bebé.

Vámonos a nuestra sección ¿Sabías qué …?

Lo que la madre ha comido durante el tiempo de gestación es crucial en el desarrollo del cerebro del bebé. Para comprobar este punto, se llevó a cabo una investigación en la universidad de Melbourne en Australia, por la profesora Felice Jacka, con 23 mil mujeres embarazadas, se les dio seguimiento para conocer los efectos de la alimentación en sus hijos.

Ella dijo: “Seguimos de cerca, qué comida chatarra y alimentos procesados industrialmente comían y qué alimentos saludables nutritivos y ricos en fibra consumían las madres”. (Abelleyra, 2023).

Luego se examinó la salud emocional de los niños. “Las madres que consumieron más comida chatarra y alimentos procesados industrialmente como: refrescos, dulces, refrigerios salados, pasteles y galletas durante el embarazo, tuvieron hijos más propensos a la agresión y las rabietas”. (Abelleyra, 2023). Esta correlación muestra, la existencia de una relación entre la salud mental de la madre y de sus hijos. Los niños que comieron comida chatarra y muy poca comida saludable eran más coléricos y agresivos. Además de que sentían más dolor, tenían más miedo, inquietud y pesadillas.

La comida y la pareja

La comida está imbricada con una multiplicidad de actividades que involucran a la pareja: desde la compra de los alimentos, el proceso de preparación, los motivos para degustar una comida y las consecuencias de ello.

Para sobrevivir, necesitamos de alguien que nos alimente. Generalmente es nuestra madre quien lo hace. Y, ello genera una relación de apego. Además de satisfacer nuestras necesidades básicas (como la comida, la protección y la seguridad). Las relaciones de apego: “se establecen a partir de dos elementos; los cuidados físicos y la seguridad afectiva” (Fischer, 1990, pág. 35).

La comida pues, es un elemento de cohesión social. Como seres humanos establecemos vínculos sociales, convivimos con otras personas y contextos sociales, se dan una serie de intercambios y nos hayamos vinculados a diferentes grupos: pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo, etcétera.

Tener una pareja no solo involucra establecer vínculos sociales, se producen actos de afiliación, de proximidad, de pertenencia, de apego y de cooperación. Nos sentimos atraídos por diferentes personas, por supuesto, por una pareja potencial. “Y, se ha comprobado, una correlación entre la calidad de las vinculaciones vividas en la primera infancia y la capacidad de establecer relaciones íntimas en la edad adulta”. (Fischer, 1990, pág. 35).

Los vínculos que establece la pareja con la comida, también están mediados por la cultura y la gastronomía. Ello implica conocer, los tipos de comida, las formas de preparación, los ingredientes, el proceso de elaboración de un platillo, la cultura de origen de los alimentos, los sabores, las costumbres, su historia, su contexto, todo enmarcado dentro de un grupo social, un país y una sociedad.

Los diversos campos que abarca la comida y la pareja

  • La comida es un elemento para establecer: vínculos sociales, relaciones de pertenencia, relaciones de apego, relaciones de afiliación para ofrecer a una pareja potencial, con lo cual, si el resultado es pasar del noviazgo al matrimonio y a la llegada de los hijos genera una cohesión social más fuerte. Y, entonces une a la pareja. Sin embargo, si se presenta la disolución del vínculo, la pareja entra en conflicto y el resultado puede ser la separación y con ello, una demanda de pensión alimenticia que separa a la pareja y la mete en conflictos.
  • La comida y las relaciones paradójicas de pareja. Si bien, compartir la comida en pareja, es un acto social íntimo que va desde la amistad hasta la profunda implicación afectiva y emocional, donde existen claroscuros al respecto. Muy probablemente en las etapas tempranas para establecer una relación, mientras las mujeres ven compartir u ofrecer comida, como una atención, cordialidad o cuidados a una pareja, para el hombre, ofrecer o invitar comida en esta etapa, es la posibilidad de seducir y establecer una relación romántica, es decir, hombres y mujeres tenemos una percepción social diferente en relación a compartir la comida. Sin embargo, cuando en etapas avanzadas, existe conflicto en la pareja y se presenta una conducta de consustanciación (compartir alimentos que ya se han tocado del mismo plato, incluyendo dar de comer en la boca a la pareja), no necesariamente implica una reconciliación o una disolución de los conflictos. Muchas veces indica, cuando esta conducta se presenta en lo social (comida familiar o evento social donde se comparte la comida), la diplomacia de no hacer notorio el problema de pareja hacia los demás. El resultado, es que una vez que ha terminado el evento en donde se compartió la comida, la relación de pareja, regresa al mismo estado de conflicto o indiferencia. Esto es, “te trato como si no pasara nada, cuando compartimos alimento en lo social, con la intimidad de siempre, pero te trato con indiferencia y alejamiento de lo íntimo, cuando ya estamos solos y el conflicto continúa”.
  • La comida se puede compartir o no compartir. En la personalidad de quien la comparte se encuentra alguien generoso, contrario al egoísta, quien propondrá en la primera cita, que cada quien pague su comida. Compartir la comida tiene diferentes grados de intimidad. Y, va desde la amistad, hasta dar de comer en la boca a la pareja, con la finalidad de compartir.
  • Una posibilidad de secuencia en los amantes es planear el fortalecimiento de los vínculos sociales y afectivos, a través de una comida, cena romántica o día de campo. La cual puede incluir: la comida, las bebidas y el sexo.
  • Desde el punto de vista de las neurociencias: la comida afecta el cerebro de las personas, como ya lo he mencionado. Libera dopamina (la hormona del placer) y al igual que las drogas adictivas el consumo de alimentos, libera este neurotransmisor. Cuanta más dopamina se libera con los alimentos que consume la pareja, estos se vuelven más adictivos. La comida puede volverse adictiva, sobre todo, sí tiene: azúcar, grasas y sal. Por ello, podemos comer en repetidas ocasiones: postres, comida ultra procesada (altamente adictiva), dulces, pasteles, helados y muchos más. “Los alimentos ricos en grasa y azúcar pueden aumentar la dopamina en el cuerpo estriado hasta un 200% por encima de los niveles normales, un aumento similar al observado con la nicotina y el alcohol, las dos adicciones más comunes en EE.UU. En concreto, un estudio descubrió que el azúcar aumentaba los niveles de dopamina entre un 135% y un 140%, y la grasa los aumentaba un 160% en otro estudio, aunque tarda más en hacer efecto”. (Yang, 2023).
  • En el lado de la gastronomía, la comida puede ser muy elaborada, endémica, nacional o internacional. Puede probarse en cualquier momento del día. Cuando los amantes comparten mutuamente la comida, toda la gastronomía funciona para crear o fortalecer vínculos en la pareja. Hasta compartir los alimentos cotidianos (endémicos) le da un toque de apego, pertenencia y frescura a la relación. Sin embargo, optar por regalar la comida preferida a la pareja o pensar en él/ella para disfrutar de la cocina internacional en un sitio especial o de lujo, es un gran regalo.
  • Como lenguaje del amor: un regalo es una variante de los lenguajes del amor. Para Gary Champan, “los regalos son símbolos visuales del amor y estos son más importantes para unas personas que para otras … un regalo es la presencia de la otra persona también”. (Chapman, 2017, pág. 79). En la diversidad los regalos pueden ser la comida preferida de nuestra pareja, más nuestra presencia. En México, es muy usual, que los padres regalan comidas especiales a sus hijos, además de pasteles y otros bienes, para festejar: los cumpleaños, las graduaciones o cualquier otro evento especial. Y, regalar comida a la pareja es entonces también, una gran muestra de amor.

Compartir alimentos en pareja, refleja el grado de intimidad y no solo cubre la necesidad fisiológica del hambre. Muestra la amistad, la confianza, las semejanzas y la proximidad que tiene una pareja. “Ello lo demostró Paul Rozin y sus colegas de la Universidad de Columbia. Distinguieron cuatro niveles diferentes de compartir alimentos que expresan cuán romántico eres con tu pareja: 1) no compartir, 2) compartir voluntariamente, 3) compartir con consustanciación (situaciones en las que tu pareja come alimentos que ya lo has tocado) y 4) alimentación”. (Withcomb & Durr, 2017).

“Rozin y sus colegas hicieron que los participantes vieran diferentes escenarios de intercambio entre parejas. Luego se les pidió que calificaran el nivel de intimidad de las parejas en función de cómo se sentían al ver los cuatro niveles diferentes de compartir. Por ejemplo:

  • No dejar que alguien coma tu comida en absoluto (Extraños),
  • Dejar que alguien coma tu comida voluntariamente (Intimidad y Amistad),
  • Dejar que alguien tenga comida que ya tocaste (Intimidad de familiaridad y/o romántica) y,
  • Por último, poner físicamente la comida en la boca de tu pareja (Intimidad de cuidados y apego profundo)”. (Withcomb & Durr, 2017).

Como puede observarse, compartir la comida crea vínculos sociales, proximidad e intimidad. Y, ello denota el grado de cercanía entre una pareja. Va, desde no tener ningún vínculo social. Hasta tener la confianza de compartir en formato de amistad y de pareja. Este último indicador, lo logran tener las personas que tienen una gran conexión emocional, no erótica (madre o padre compartiendo comida con sus hijos) o las personas que han ido, más allá de la línea de la amistad, como en el caso de los amigovios o las parejas reales o potenciales.

  • La influencia de la cultura, no solo involucra la comida, sino también las costumbres y las tradiciones. Existen celebraciones comerciales en donde las personas hacen uso de la comida para celebrar a la pareja, tales como: el día del amor y la amistad, el día del padre y el día de la madre, todas ellas relacionadas con tener un pareja potencial u oficial. La gastronomía de México, está ligada también a la cultura y a las fiestas tradicionales como: el día de la independencia, el día de muertos, la cena de Navidad y la cena de año nuevo. Cada festividad, está asociada en México a un tipo especial de comida, aunque no es una regla inamovible.

¿Las cenas decembrinas generan conflictos en las parejas?

A través de un sondeo que llevamos a cabo en la ciudad de México en el programa de radio “las parejas disparejas en radio” llevamos a cabo la “Encuesta ciudadana, para conocer algunos aspectos de: La comida y su relación con la pareja”. Fue un mini estudio cualitativo, con hombres y mujeres a quienes se les pregunto: ¿Este 24 y 31 de diciembre, te genera conflicto con tú pareja, saber en dónde y cómo van a festejar las cenas de navidad y año nuevo?

Los resultados fueron

Quienes dijeron que “SI”, les generan conflicto en esas fechas, sus principales razones descritas fueron:

  • Por la posibilidad de encontrar a personas no gratas (Ex, familia, personas: tóxicas). (Evitar la socialización con personas conflictivas/desagradables/tóxicas).
  • Por rencores añejos. Y malos recuerdos de infancia. (Ciclos de vida conflictivos sin resolver y Rompimiento de expectativas ).
  • A pesar de estar divorciado hace 6 años, me siento presionado por mi ex mujer, hijo, madre y una hermana. Agradezco la inclusión, sin embargo, hay resentimientos y se torna conflictiva la relación con todos ellos, porque se sienten, sí elijo estar con uno u otro. (Ciclos de vida conflictivos sin resolver y Disonancia cognoscitiva por decidir la cena entre dos grupos sociales afectivos distintos).
  • La pareja no celebraba por tener una religión diferente, después quería hacer la cena, pero no respetaba mis costumbres y era una confrontación, así como ofensas de su parte. (Incompatibilidad cultural y Violencia pasiva).
  • No hay empatía para ponerse de acuerdo. (Incompatibilidad en el establecimiento de acuerdos).

Se realizó un análisis semántico de las razones que generan conflicto en estas fechas en donde, además de compartir la comida, se presenta la interacción social con otras personas. Y, en general se puede observar una fractura o rompimiento de vínculos sociales o afectivos y el tener ciclos emocionales no resueltos, como elementos comunes. No es la comida o las festividades lo que separan a las personas, sino la dinámica social alrededor, la que afecta la cohesión social. Es la convivencia con personas tóxicas, el rompimiento de expectativas que ahora ya no se cumplen, experimentar disonancia cognitiva de estar con unos familiares y no con otros para celebrar, porque cualquier decisión generará conflictos, la incompatibilidad cultural y no llegar a acuerdos lo que impide continuar con los lazos para fortalecer los vínculos sociales a través de la comida.

Quienes dijeron que “NO” tienen conflictos en estas fechas, sus principales razones fueron:

  • Ya no. Antes sí. Ahora ya no…. porque como ya no hay compromiso con la persona (pareja) … puede irse solo con quién decida pasar el día. Mientras no me quiera incluir… adelante q se vaya solo. (Rompimiento de vínculos sociales y afectivos).
  • Ya no tenemos adónde ir a festejar, antes no hubo tampoco conflicto, siempre era con mis papás. (Establecimiento de acuerdos y Socialización solo en la familia actual).
  • Desafortunadamente, en estas fechas siempre estaba sin pareja. Lo cierto es que para mí la magia de la navidad dejó de existir hace muchos años, la magia era convivir con mi familia y eso se ha ido acabando, ahora soy yo la que busca esa magia, pero cada año compruebo que no existe. (Rompimiento de expectativas personales y sociales).
  • Se festeja el 24 siempre de mi lado, y el 31 en la familia política sin problema. (Establecimiento de acuerdos).
  • Se tiene definido desde un inicio que es un año con una familia y otro año con la otra, tanto para Navidad como para Año Nuevo. (Establecimiento de acuerdos).
  • Podemos hablar y decidir en dónde, cómo y con quién pasaremos cada día. (Establecimiento de acuerdos).
  • Tratamos de llegar a acuerdos entre nosotros viendo que es lo que nos agrada. (Establecimiento de acuerdos).
  • No tengo familia/No tengo pareja. (Sin vínculos sociales de pareja para festejar).

De la misma forma, quienes dijeron que no tienen problema para festejar la comida de las épocas decembrinas, presenta dos grandes ejes sociales: uno se refiere al establecimiento de acuerdos previos para celebrar en lo social, lo cual evita disputas en estas fechas y otro relacionado a no tener pareja o familiares con los cuales festejar. Se presentan de manera singular, en la paradoja, el rompimiento de vínculos sociales y afectivos con la pareja, y el rompimiento de expectativas de lo que antes significaban esas fechas en compañía de sus seres queridos tomando como motivo: la comida y la familia.

A manera de colofón, la relación de la pareja y la comida: une, separa y sirve como un elemento de conciliación entre las personas. En la unión se construyen y se fortalecen los vínculos sociales. La comida sirve como un pegamento social, que cohesiona y refuerza los lazos de intimidad entre las parejas. En el conflicto, la comida desvincula a las personas, fundamentalmente debido a los ciclos emocionales y sociales sin resolver. Como elemento conciliador, la comida y la interacción social de la pareja podría ser un elemento para buscar la paz y arreglar las diferencias entre sus miembros. Un elemento curioso, es cuando en una situación de conflicto, la pareja rechaza la comida preparada por la pareja, desde mi perspectiva esto significa: “he decidido no compartir la intimidad de los alimentos, porque al menos en este momento, me siento desvinculado en lo social y lo afectivo”.

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