La responsabilidad afectiva en el Hardballing
La responsabilidad afectiva en el Hardballing
Conforme pasan los años, la manera de vincularse de las personas se va modificando conforme la ideología colectiva se deconstruye. En la época actual, el hardballing representa una forma de relacionarse en la que se procura una comunicación clara y directa desde el momento del ligue. Este tipo de dinámica nace bajo la necesidad de derribar las creencias provenientes del mito del amor romántico. Así, el hardballing se asienta en la responsabilidad afectiva, la predominancia del diálogo y el acompañar constantemente las emociones del otro para llegar a consensos.
¿Qué es el Hardballing?
El hardballing es un anglicismo que une dos palabras: hard, que quiere decir difícil y ball; que significa balón o pelota. Entonces, el hardballing podría traducirse como “un trago amargo” o “una píldora difícil de tragar. Sin embargo, esta expresión es aplicada desde hace varios años en el contexto de las relaciones interpersonales para referirse a técnicas de ligue claras y directas. Especialmente, a la tendencia a ser concisos y sinceros en los vínculos que es predominante en las generaciones más jóvenes para proteger sus emociones.
De manera general, lo que implica el hardballing es una gran responsabilidad afectiva a la hora de socializar en un ámbito romántico-sexual. Esta preferencia proviene de los elementos contemporáneos dela era digital, permitiendo a las personas interactuar con otras mediante un dispositivo electrónico. De esta manera, las redes sociales permiten conectar muy fácilmente, pero con un alto riesgo de sufrir daños a la integridad emocional en tanto la persona podría desaparecer de un momento a otro.
Por lo tanto, el hardballing ha permitido a las nuevas generaciones evitar cada vez más situaciones incómodas. Siguiendo este hilo de ideas, el objetivo sería hacer preguntas como: “¿Qué esperas de una relación?”, “¿Deseas casarte y tener hijos en un futuro?”, “¿Me ves para una relación seria o para un ligue de momento?”. Todo esto serviría para comprender a fondo el deseo del otro, sin hacer suposiciones o esperar respuestas culturalmente prediseñadas.
El mito del amor romántico
Las nuevas tendencias a la hora de relacionarse difieren un poco de las conocidas por generaciones anteriores, en las cuales prevalecía la tendencia a la no verbalidad. Desde tal perspectiva, se pensaba que “una mirada vale más que mil palabras” y que ciertos aspectos de las relaciones románticas deben ser sobreentendidos. No obstante, tales características llevan a que los vínculos terminen en pleitos fácilmente evitables por temor a enfrentar conversaciones importantes.
Es importante resaltar que, la idea del hardballing nace como una protesta contra el mito occidental del “amor romántico”. Este mito forma parte del pensamiento colectivo en tanto forma parte de la crianza en los núcleos familiares, las enseñanzas en los grupos de pares y productos culturales. De este modo, la idea del amor romántico nos lleva a aceptar el afecto en una pareja como un sentimiento universal, ahistórico, inmutable y eterno. Algunas pautas que propone el mito del amor romántico tienen que ver con la asunción de una diferencia y complementariedad entre hombre y mujeres.
Por si fuera poco, el amor romántico lleva a creencias asociadas a la sensación de que la consecución del amor llevaría a la completa felicidad. Todo esto, provoca en muchas personas la búsqueda de una persona que lo complemente como meta vital. Lamentablemente, el mito del amor romántico se asienta en una sociedad patriarcal, por lo que puede provocar tolerancia ante el maltrato con ideas de que “el amor lo puede todo” y que es normal “sufrir por amor”.
La responsabilidad afectiva en el hardballing
El hardballing implica la generación de estrategias que permitan evitar conflictos y no perder el tiempo con personas que no valen la pena como prospectos. Aun así, es llamativo haber adoptado un término referente a “un trago amargo” o una “bola dura”, pues una comunicación directa no necesariamente debe ser vista como un momento incómodo. Realmente, lo que persigue el hardballing es el establecimiento de la responsabilidad afectiva desde el momento del ligue.
La responsabilidad afectiva es un conjunto de comportamientos, una forma de vincularse basada en el cuidado y diálogo de los sentimientos propios y del otro. Este tipo de dinámicas implican escuchar al otro y hacerlo sentir acompañado. Por este motivo, en el hardballing se pide conocer al otro lo más posible, con el fin de establecer consensos que hagan sentir cómodas a ambas personas. La única asunción necesaria sería de la responsabilidad y el compromiso de respetar y cuidar las emociones propias y del otro.
En una relación, ya sea de amistad o de pareja, la responsabilidad afectiva se asienta en el respeto, la honestidad, la reciprocidad y el diálogo. Como fin último, se procura construir un vínculo sano amando y aceptando al otro tal cual es. Para concluir, Este tipo de prácticas permiten derribar la normalización del conflicto, los estereotipos y las supuestas garantías en los vínculos que propone el amor romántico.