Mi pareja no quiere tener hijos, pero yo sí: ¿cómo seguir?

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¿Cómo manejar la situación cuando uno quiere tener hijos y el otro no? Consejos para tomar una decisión en pareja.

Un hijo o hija es un rotundo cambio que llega a la vida de cualquier persona, y no tiene vuelta atrás. Esto, a algunas personas, les aterra profundamente; mientras que, para otros, es algo que esperan con ansias y les parece maravilloso. Por ello, en este artículo, abordaremos la complicada cuestión que algunas parejas atraviesan cuando alguno de ellos proyecta tener hijos, pero el otro no. ¿Qué hacer en ese caso? Sigue leyendo si quieres averiguarlo.

Quiero ser padre o madre, pero no mi pareja

Las configuraciones familiares, así como las cuestiones relativas a la religión y tradiciones, han cambiado notablemente hoy en día en comparación con algunas décadas atrás. Hace no mucho tiempo, casarse y tener hijos era algo incuestionable. Las parejas debían casarse antes de poder convivir y, el ideal colectivo, era el de conformar una familia

. Sin embargo, con el paso del tiempo, los discursos de este estilo fueron perdiendo fuerza.

 

La decadencia de la imposición de la conformación familiar como regla a cumplir también ha hecho posible que muchas personas pudieran cobrar mayor distancia de este ideal a alcanzar, priorizando otras cuestiones como los proyectos profesionales al matrimonio. Esto ha impactado notablemente hoy en día. En España, el Instituto Nacional de Estadística, ha registrado en lo que va del año (siendo sus últimos resultados publicados del mes de agosto) tan solo 159.705 nacimientos. Esta cifra es la más baja desde que comenzó a tomarse registro de la natalidad en el país, en el año 1941.

Esta cuestión a la que acabamos de referir hace que, si conformas una pareja, es probable que una de las dos personas no desee ser padre o madre, pero podría ser que la otra parte sí lo haga. Aquí inicia un gran dilema, la cuestión acerca de qué hacer.

Si acaso tú quieres tener hijos, per tu pareja no, este artículo es para ti. Abordaremos esta complicada situación, considerando ambos puntos de vista y comprendiéndolos. Todo se trata de respetar y entender.

¿Por qué mi pareja no quiere tener hijos?

Son muchos y variados los motivos que pueden llevar a una persona a decidir no tener hijos. Si es el caso de tu pareja, probablemente estés preguntándote por qué. Por ello, revisaremos cuáles son los motivos más comunes que podrían llevar a alguien a tomar esta decisión. Sin embargo, queremos hacer hincapié en que una buena comunicación es la clave en cualquier vínculo saludable. Por ello, si llegase a ser el caso de que una de las partes de una pareja quisiera ser padre o madre, pero no la otra, poder hablarlo libremente será gran parte de la clave para llegar a un mutuo acuerdo al respecto.

Entre los más corrientes motivos que podrían llevar a una persona a no desear tener hijos, podemos enumerar:

  • Factores económicos. Un hijo o hija, por supuesto, implica gastos. Muchas personas deciden no tener uno porque, justamente, no pueden o no quieren empeñar altas sumas de dinero en un niño o niña.
  • Proyectos de vida incompatibles con la maternidad o paternidad. Otro factor de suma importancia es aquello que una persona proyecta para su vida y la compatibilidad de aquello con el hecho de ser padres. Algunos proyectos simplemente no van de la mano con un niño pequeño, y por ello deciden no ser padres.
  • El desarrollo profesional. En otras ocasiones, la maternidad o paternidad es dejada de lado para poder desarrollar con mayor libertades proyectos profesionales sin “ataduras” como para algunas personas los hijos significan.
  • Cuestiones relacionadas con la salud. En ocasiones, las cosas son un poco más complicadas, y una persona portadora de una determinada condición genética o enfermedad puede optar por no tener hijos con tal de no transmitirla a su descendencia.

Hemos enumerado algunos de los tantísimos motivos que podrían llevar a alguien a desear no ser padres. Sea cual sea el motivo, lo mejor será conversarlo y escuchar la opinión y postura de tu pareja. Cualquier motivo es válido, así como tu deseo por maternar o paternar.

¿Qué puedo hacer?

Si este es tu caso, probablemente la situación te resulte angustiante y te resulte complejo encontrar una solución. Sin embargo, todo se trata de mantener una buena comunicación con tu pareja, poder conversar acerca de lo que cada uno siente respecto a la posibilidad de ser padres y, al mismo tiempo, reflexionar. Será necesario que te plantees la siguiente cuestión: “¿es más fuerte mi deseo por tener un hijo, o mi deseo de seguir junto a mi pareja?”. Si ambas cosas no son compatibles, está bien, y aunque sea duro deberás aprender a respetarlo.

Comprender los deseos y libertades de las demás personas es lo necesario para poder llevar adelante cualquier tipo de relación. Tú quieres tener un hijo, y está bien, pero también lo está y es respetable que tu pareja no lo desee. Deberán, en conjunto, evaluar la situación y revisar qué es lo más conveniente y mejor para ambos.

En algunos casos, y siempre que ambas partes estén de acuerdo, recurrir a la terapia de pareja puede dar buenos resultados. Será una herramienta que les permitirá poner en palabras lo que le sucede frente a un mediador objetivo profesional, que les ayudará a encontrar el camino para salir de la cuestión y encontrar una solución justa para ambos.

La necesidad de respeto y comprensión

Comunicación, respeto y comprensión son los pilares en cualquier relación sana. En este caso en particular, donde las dos posturas son totalmente válidas y la decisión a la que llegar es tan compleja, recordarlo no viene para nada mal.

En cualquier vínculo habrá diferencias, raro sería que no las hubiera. La cuestión está en aprender a escuchar, respetar y ser empáticos con los demás, de la misma forma en que desearíamos que lo fuesen con nosotros mismos. Recuerda eso y podrás llegar a una solución con tu pareja respecto a ser padres y lo que esa posibilidad implica para ambos.

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