Orbiting, o el vaivén en las relaciones afectivas
El orbiting, una forma de acoso en redes sociales tras una relación, es considerado más cruel que el ghosting.
El orbiting es una nueva forma de acoso en las redes sociales una vez que la relación ha concluido.
Se considera que el orbiting es mucho más cruel que el ghosting, es decir, cuando alguien con quien se tenía cierta conexión de repente desaparece sin dejar ningún tipo de explicación. Cuando ocurre el ghosting, (palabra que deriva de ghost, y se traduce como “fantasma”) la persona se siente herida, se pregunta qué ha hecho mal y esto en muchas ocasiones afecta su autoestima, pero en el orbiting esto es distinto…
En qué consiste el orbiting
Estas personas desaparecieron, pero se mantienen activas en las redes, puede que incluso comenten las publicaciones de su excompañero/a sentimental, o hagan retuit de sus tuits, entre otras formas de hacerse visibles. Este tipo de comportamiento es tremendamente frustrante para quien lo sufre, es decir, para la víctima, que muchas veces ya viene saliendo del ghosting.
La persona afectada puede verse tentada a escribirle mensajes directos o personales, pero quien practica el orbiting simplemente lo ignora, pues jamás responde.
Se dice que quien acuñó la expresión de orbiting fue la autora Anna Lovine para describir a aquellas personas que se mantienen lo suficientemente cerca como para ser observados, pero lo suficientemente lejos como para nunca tener que hablar.
Esto cada día les ocurre a más personas y los expertos señalan que quien practica el orbiting lo hace para dejar abierta las puertas, o sea, tener a la otra persona entre sus opciones, considerando que la víctima siempre estará disponible. Es decir, se trata de tener un pie adentro y el otro afuera, explicado de la manera más coloquial, lo cual podría significar “estoy aquí, todavía”, pero sin estar en la relación, ni asumir ningún tipo de compromiso.
Las personas que practican el orbiting también lo hacen para intentar mantener los canales de comunicación, en caso de que en algún momento deseen retomar las conversaciones.
No obstante, hay algo que se oculta detrás de este comportamiento y es el FOMO (del inglés fear of missing out), lo cual se puede interpretar como el miedo que siente la persona que practica el orbiting de estarse perdiendo algo increíble o fantástico que ocurra en su vida, por el hecho de que ya no está con esa otra persona.
La obsesión en la relación
Para las víctimas, el comportamiento del orbiting puede ser debilitante, ya que se encuentra en una situación muy confusa, puesto que quien orbita ignora cualquier tipo de contacto con la otra persona. Esto, puede llevar a que muchas víctimas se obsesiones con su “orbiter”, tratando de analizar las historias para intentar descubrir qué observaba el acechador.
No obstante, esto es una pérdida de energía y de tiempo muy valioso, ya que quien orbita no está dando todo de sí mismo, sino prácticamente miserias. Por ello, la mejor recomendación es bloquear a esa persona y no mirar hacia atrás, olvidando el pasado y cerrando así el ciclo por completo.
De no hacerlo, la víctima podría llegar a obsesionarse y sentirse que enloquece. Bloquearlos y no perder el tiempo es la mejor opción.
En el mundo siempre habrá personas realmente fantásticas con quienes compartir momentos de amor verdadero y que sí están dispuestas a compartir también de su tiempo